César Martínez: «Los hispanos han vuelto a decidir quién será el presidente de Estados Unidos»
A las cuatro de la mañana hora local, César Martínez se marchaba del Centro Reagan, en Washington, agotado. Llegaba a la meta tras haber luchado «voto a voto» y ganar para su jefe, George W. Bush, la Casa Blanca. Con apenas cuatro horas de sueño, y tras la felicitación de cortesía, dice satisfecho «y lo más interesante del asunto es que se logró el 42 por ciento del voto latino cuando las previsiones más optimistas eran del 40. Dick Morrison, que fue asesor de Bill Clinton, acaba de reconocer que uno de los grandes factores del cambio con respecto a sus previsiones ha sido precisamente el altísimo sufragio hispano que ha ido para el presidente, pasando del 37 por ciento de la vez pasada a este 42, y que representa 7 puntos más que obtienes tú y que le quitas al adversario. Ahí es donde reside la gran diferencia en toda la nación». El próximo día 18, Martínez vendrá a España para participar en el III Seminario Internacional de Comunicación Política que organiza en Madrid la George Washington University y MAS Consulting Group.
-Al final volvió a vencer el sueño americano que prometía Bush en sus anuncios cuando le hacía decir «en esta tierra encontramos una oportunidad».
-La publicidad del partido demócrata muchas veces pone a los latinos como una minoría en necesidad, que precisa la ayuda del Gobierno, y unos pobres que necesitan que les ayuden con programas sociales. Sin embargo, los mensajes que nosotros lanzamos son de optimismo. «Tú eres el que está ayudando a hacer crecer este país, eres el que estás apoyando para que avance la nación». Eso marca una diferencia, hace que el votante diga «está reconociendo que estoy trabajando por EE.UU.,que vine en busca de una oportunidad y lo estoy logrando». Es muy distinto que nos traten como a una minoría deprimida a que nos traten como a unos héroes que están colaborando a que todo esto marche. Es es una diferencia fundamental. Además,cuando esta mañana analizaba qué ha movido a los latinos a votar en uno u otro sentido, he visto que primero han sido los valores familiares, después la economía y luego, muy por detrás, otros asuntos. -Bush se ha anotado los cinco estados clave para los hispanos. ¿Cómo se siente hoy la fuerza de esta minoría en Estados Unidos?
-Con su participación tan alta, los hispanos han mostrado cuál es su fuerza. Hoy por hoy, el voto afroamericano es 9 contra 1 a favor de los demócratas, pero el voto latino es uno de cada dos y por eso puede inclinar la balanza. Los hispanos estamos ya en el poder de decisión de este país. El 9 por ciento del electorado total fue latino y eso habla de una fuerza en crecimiento. Uno de cada cinco niños que nacen en este país es latino. Hay 188 votos en los estados donde hay más latinos y se necesitan 260 para ganar por lo que es evidente el peso del hispano, que va a más, y los demócratas tienen que darse cuenta de que por ser hispano y minoría no votas demócrata, sino que necesitan hacer un esfuerzo concienzudo.
-También el republicano Mel Martínez se ha proclamado ganador del disputado escaño al Senado por Florida, que le convierte en el primer cubano-americano en llegar a la Cámara Alta. Están que se salen.
-Ken Salazar también ganó en Colorado, y aunque es demócrata, es latino. Es la evidencia de lo que está creciendo la fuerza hispana. Hay más hispanos en EE.UU. que canadienses en Canadá, su poder adquisitivo está entre los tres más altos del mundo hispano si fuera una nación. Este movimiento ya no se para, el sueño de Simón Bolívar, la unificación iberoamericana, se está dando en este país. El motor que ayuda a crecer este país es la fuerza latina, en todos los aspectos. ¡Si pasa hasta en el béisbol! Viendo las series mundiales oías «Pedro Martínez pitcher», «José Cortés»… los mejores peloteros son iberoamericanos.
-Me dijo hace dos meses que la razón por la que la gente se vuelca con Bush y no con Kerry es porque al primero le conocen y al segundo no. ¿Responde esta actitud al refrán de más vale lo malo conocido?
-Los latinos somos más de hablar primero de la familia y de qué tal nos va, y luego hablar de los negocios. Nos gusta conocer a la gente con la que vamos a tratar y eso es algo que Bush ha visto muy bien. Antes, el partido republicano era anti inmigrante, más duro, todo en inglés, y Bush dio la vuelta a la tortilla. Recuerdo cuando la propuesta 187 en California, del gobernador Pit Willson, que quería quitar los derechos a los inmigrantes y el entonces gobernador Bush dijo «si alguien está sufriendo, pasando miserias y jugándose la vida por alimentar a su familia merece todo nuestro respeto». Y como dicen ustedes, la mejor época para sembrar un olivo es hace 25 años. No sirve de muchos tres palabritas ahora en español de Kerry, sino lo que Bush lleva haciendo desde hace diez años.
-Acabamos de ver, por segunda vez, que la especie extendida de que Bush es un hombre simple a los norteamericanos les trae sin cuidado.
-La gente al final decide de entre las propuestas la que le va a venir mejor en su día a día. Claro que está preocupada por la política exterior, por el terrorismo… Pero también de cuáles van a ser los impuestos, en qué lugar se sitúan los valores familiares. Las mujeres votaron muchísimo, y las casadas, según la estadística, lo hicieron más a favor del presidente, mientras que algunas más solteras eligieron al senador. Eso habrá que analizarlo.